martes, 4 de octubre de 2011

Las ranas del PP


Al igual que un viejo aforismo viene a decir que es evolución natural que se sea contestatario y reivindicativo de joven, y conservador y conformista de viejo, es opinión bastante general que no hay nada más tonto que un pobre de derechas. Un rico de izquierdas puede resultar hasta altruista o esnobista – condesas rojas y rojos de familias bien – pero un pobre votando a un partido de derechas resulta ridículo. Es lógico que un controlador aéreo o un directivo de caja de ahorro ampliamente indemnizable voten al PP pero que un obrero o parado residente en un barrio dormitorio haga campaña a favor de D. Mariano resulta… eso ridículo.

Estas ridiculeces se explican en buena medida por una conjunción de estrategias electorales que tienen como finalidad confundir al electorado evitando los posicionamientos ideológicos claros, manipulando la realidad mediante vagas simplicidades, mintiendo directamente, utilizando desmesuradamente iconos prefabricados y fichando a gente popular – a ser posible con antecedentes progresistas – para conseguir el efecto arrastre. En definitiva, se trata de esconder lo que no tiene venta y mostrar torticeramente sólo lo que interesa, de desideologizar la política para convertirla en un mercado barato donde lo único que interesa es conseguir votos al precio que sea.

Lo pongo en este orden aunque resultaría más rotundo haber terminado el anterior párrafo con la rotundidad, valga la redundancia, de la mentira directa, porque quiero poner el énfasis en las “ranas” que le han salido al PP.

Hay que partir sobre la base de lo fácil que es gobernar o estar en la oposición con un electorado tan fiel y tan nulamente crítico. No escasamente crítico, que sería algo,… Hablo de nulidad, de la nada en la crítica. Porque hagan lo que hagan (guerras ilegales, 11M, corrupciones múltiples,…) tienen una base electoral cifrada en 8 millones de votantes que siempre les votarán. Así es fácil convencer sobre cualquier actuación o programa; incluso cuando la estrategia sea que no haya nada, que no se sepa el programa.

Sobre los primeros argumentarios hay infinidad de ejemplos. La derecha crea empleo y la izquierda, pobreza; la derecha baja los impuestos y la izquierda, los sube; la derecha defiende España, la vida y la familia mientras que la izquierda rompe España, casi obliga a abortar y admite “cosas” que atentan contra la familia como el matrimonio homosexual o la defensa de las familias monoparentales. La derecha - ya se sabe – acosa y persigue a los terroristas mientras la izquierda les da aliento y hasta cierta vidilla, como en el caso Faisán. Sobre la corrupción, contrapesan sus corruptos con corruptos de la izquierda, como si la bondad de las actuaciones las diese el fiel de la balanza. Consiguen , aunque sea a costa de desprestigiar a toda la clase política, aquello que dicen muchos de sus votantes de que todos los políticos son iguales.

Y también utilizan mucho la figura del personaje modelo. Al igual que la Iglesia descubrió a los santos y beatos como ejemplos atesoradores de valores, el PP utiliza con profusión esta técnica para confundir a la población. El último fichaje estrella es el pobre padre al que un depravado le ha asesinado vilmente una hija pequeña. Y ante semejante desgracia, con todo el montaje mediático que conlleva, el PP aprovecha la ocasión para ficharlo como asesor jurídico. Además la operación no puede ser más redonda: es un antiguo simpatizante del PSOE, sabe manejar los resortes de la comunicación porque es un predicador evangelista y puede arrastrar mucho voto de etnia gitana. Pero, sin previo aviso, parece que el señor de marras tiene un calentón con alguien de su familia y, según consta en la denuncia, junto con otros quiso hacer justicia a base de tiros.

Recuerdo otro señor de Madrid, doctor o profesor le llamaban, que fichó a bombo y platillo la Sra. Aguirre como jefe observador de la violencia de género por el mérito de salir en defensa de una chica que era agredida por un novio salvaje. Yo siempre he pensado que se trató del encuentro de dos macarras que aprovecharon una desgraciada situación para liarse a hostias; fue la agresión a una mujer como podría haber sido cualquier otra. Luego, además de un caradura, resultó ser un facha borracho, pendenciero y machista.

Más memoria precisa el Sr. Damborenea, otro fichaje estelar del PP. Socialista reconvertido y con maneras de señor sabelotodo, tuvo que ser escondido nada más ser presentado en sociedad en un mitin en Zaragoza por el mismísimo Aznar porque a las pocas horas era condenado por el secuestro de Segundo Marey.

Estas son las que llamo las ranas del PP. Hay muchas más, sólo es necesario un poco de memoria histórica y salen como los caracoles después de la lluvia. Personas utilizadas, con complicidad dolosa o por ignorancia manifiesta, en beneficio del único fin del PP: sacar votos a cualquier precio. Que luego les salgan ranas no les importa porque, en el peor de los casos, no movilizarán a los pretendidamente manipulados. Los leales, los de siempre, los 8 millones votarán como corderitos aunque los apóstoles fichados resulten macarras, matones, pendencieros y delincuentes.

Decía hoy una carta al director de un periódico nacional algo relativo al arrepentimiento de los resultados que salgan el 20N. De darse finalmente los que predicen los sondeos, habrá que buscar a los arrepentidos para preguntarles aquello de “¿no te dabas cuenta”.

Según voy escribiendo se me cruzan transversalmente parecidos entre esta forma de hacer política y lo que hacen los Sres. Pérez y Mou. Fichajes estrellas de jugadores del eterno enemigo – el propio Sr. Mou- , los que no están incondicionalmente conmigo son falsos socios, mi proyecto es no aportar nada para echar las culpas a los demás, hay que ganar al precio que sea y por encima de todo, … También habrá que buscar a esos incondicionales que depositaron su fe ciega en ese lamentable proyecto cuando vuelvan a quedar por detrás del enemigo.

¡¡¡ País !!!

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