martes, 25 de septiembre de 2012

Otros con Loli y Wert



-        Ya han encontrado el siguiente culpable para justificar su desastrosa gestión de la crisis: el nacionalismo catalán. Les ha venido que ni pintado que, cuando ya se empezaban a agotar los argumentos para echar la culpa de la actual situación económica – la herencia recibida, el egoísmo de Merkel, la crisis griega, … - Artur Mas abra el melón del independentismo y sea éste ahora el centro de las culpas sobre la imagen de España, la prima de riesgo y el crédito de nuestro país. Y Rajoy deshojando la margarita mientras todos le reclaman que adopte una decisión ya sobre nuestro rescate.

-        Cospedal equipara la manifestación de hoy rodeando el Congreso con el 23 F. Hoy, cuando venía temprano al trabajo, he visto las calles ocupadas por tanques, los rojos haciendo las maletas para salir por la frontera, los sindicalistas quemando sus carnets para evitar represalias, los estudiantes y trabajadores corriendo por las aceras para esquivar alguna bala perdida,… Esta señora no tiene ni límites ni decencia. Es el ejemplo paradigmático de la hipocresía de ésta nuestra derecha rancia y oscura. Se podría preocupar de que su partido de una vez por todas se posicione claramente a favor de la democracia, condene la dictadura franquista y se oponga al cambio de nombres indecorosos de calles que todavía rememoran en nuestros pueblos y ciudades esa tristemente larga etapa negra de nuestra historia...

-        Señores sindicalistas: ¿no les preocupa que las movilizaciones contra el gobierno y la clase política estén lideradas por movimientos y personas al margen sus organizaciones? ¿No se dan cuenta del poco respaldo social que tienen y de la nula confianza que inspiran para pilotar estos nuevos aires que se respiran?. El día en que ustedes se planteen, con  sinceridad, un movimiento regeneracionista y las estructuras sindicales dejen de estar llenas de aprovechados conocerán la senda del reconocimiento social. Aunque creo que llegarán tarde porque tantos años de endogamia y gremialismo dejan un poso difícil de limpiar. Sería un ejercicio de decencia poner nombre y apellidos a esos mal llamados representantes de los trabajadores que cobran en sobre cerrado para aplaudir al empresario, que escalan puestos en las empresas sin mérito ni capacidad conocidos, que se cobijan bajo la protección sindical para conseguir sus propósitos personales,… Hay miles de ejemplos que hacen perder toda credibilidad a nuestros sindicatos, al menos los mayoritarios.

-        Mi querido Wert ¿por qué no regresas a esas tertulias donde con mucha demagogia siempre ponías a caldo a Zapatero?. La educación de un país necesita una persona mucho más seria que tú. Anda, querido, haznos ese favor.

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