viernes, 26 de noviembre de 2010

La justificación de la censura y... otra más.


Después de dos semanas desaparecido del mundo, sin Internet, sin móvil, sin periódicos, regreso a la realidad con numerosas noticias, con la previsibilidad de su mayoría negativa. Entre ellas me intereso por el rescate irlandés que para algunos es el presagio de lo que en un futuro próximo le ocurrirá a España. El Gobierno lo niega y la oposición que sí pero no: no parece por los datos pero de un Gobierno mentiroso qué podemos esperar, se desea que no sea así pero quizá sea más un deseo que una realidad. En fin, más de lo mismo.

Intento aclararme – y de paso, superar el cambio horario – leyendo un periódico salmón, de esos en los que escriben gentes con muchos títulos y pocas luces, que antes, salvo honrosas y marginales excepciones, no acertaban en las previsiones pero sabían justificar lo que había pasado; ahora, no sabemos si acertarán en el futuro pero, desde luego, en su mayoría ya no saben ni analizar lo que está pasando y porqué ha ocurrido. Y descubro un señor muy conocido en estos círculos que viene a decir: los tres países con mayores problemas financieros están gobernados por partidos de izquierda. La solución, por tanto, gobiernos liberales o de derechas. Y se queda tan ancho. Insisto: tendrá muchos títulos y másteres pero tonto (o manipulador) es un rato largo.

Tengo la osadía de ver Intereconomía para conocer algún dato que avale las tesis de Don Mariano y, sorpresa, aparece “Bienvenido Mister Marsall”, justamente en la célebre escena del balcón del Ayuntamiento en el que Pepe Isbert predica aquello de os debo una explicación y os la voy a dar. La monda. ¡Qué cortos mentales debían ser aquellos censores que dejaron pasar tan directa crítica, sin ninguna sutileza, a la España de postguerra y al régimen que la dirigía! ¡Buscando alguna teta o escote campesino dejaron de lado la feroz visión de esa España profunda, analfabeta, pobre y beata en la que tan cómodos se encontraban los poderes fácticos de aquella etapa! Y recuerdo que incluso estos analfabetos mentales franquistas justificaban su impresentable tarea diciendo que en muchos casos mejoraba el guión. En los primeros años de la democracia, estos tipos – pensando que todos eran tan lelos como ellos- justificaban su oficio con el argumento de que mejoraban los guiones de películas, los folios de novelas, las escenas de teatro,.. ¡Qué poca vergüenza!.

Y así, hilando las dos circunstancias de la censura y de la crisis actual, veo que algunos tienen justificación para todo lo suyo, incluso para lo injustificable. El actual gobierno irlandés tiene nada de progresista o socialista, pero aunque lo fuese, los descalabros actuales son fruto de políticas ultraliberales que pusieron sobre la realidad aquella fórmula de que el mejor control era el que no existía. Ese es el origen de la crisis y no otro. Y los países mencionados (Grecia, Irlanda y España) eran gobernados por partidos de derechas y liberales, los dos primeros, y por el PSOE español que abundó en la política económica del anterior Gobierno: ladrillo y liberalismo. En Grecia echaron a su Partido Popular por la ruina a la que les había llevado, ganando las elecciones los socialistas, mientras que en Irlanda el descalabro fue fruto de una deriva ultraliberal que dibujó un país atractivo para todo tipo de multinacionales y, tras el fiasco, un nuevo partido liberal se hizo con el Gobierno.

Y esta es la pura realidad. Que algunos economistas con pedigrí ahora pretendan hacernos ver que la situación actual es fruto de una gestión progresista es una desfachatez sin límites, de una vergüenza supina. Así que Sr. Hódar y similares, váyanse al cuerno con sus teorías y sus soflamas manipuladoras. Claro que como habrá tontos que les compren el chiste, ahí queda por si las moscas. Y además los socialistas, que son rojos, se comen a los niños y van vestidos como el demonio.

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