martes, 8 de febrero de 2011

El arte de la adivinación (I)


Días de pronósticos electorales. Con mayor o menor margen, todos los sondeos dan la victoria al PP y además todos presentan una mayor brecha entre el PSOE y la oposición respecto de las anteriores encuestas. Me desmarco de este escenario unánime y pronostico la victoria del partido del gobierno por muchas razones:
- La gente no vota por lo que ha pasado en los últimos años sino por lo que ha ocurrido en los últimas semanas previas al día de las elecciones. A la gente le influye mucho más lo ocurrido en los días anteriores a la jornada electoral que muchos meses de crisis profunda. Si en los últimos meses se produce un giro en la destrucción de empleo y la contratación de trabajadores se incrementa, la generalidad valorará más positivamente este escenario que negativamente los últimos años de porcentajes elevados de paro.
- La gente es miedosa y reacia a los cambios, salvo que concurran circunstancias excepcionales. Si el final de la crisis se vislumbra por la creación de empleo, los votantes avalarán esa línea política que después de muchos meses de crisis genera trabajo frente a otras fórmulas que “vete tú a saber”.
- Si con los datos socioeconómicos de los dos últimos años el jefe de la oposición no ha despegado en las encuestas y no ha sido capaz de presentarse como una alternativa real de gobierno, como los datos den un pequeño vuelco esa falta de alternativa será todavía más evidente.
- En el fondo, y este dato está sobradamente estudiado, los votantes del PP le son fieles pase lo que pase y hagan lo que hagan. Los datos de estos sondeos responden más a la desmovilización de los votantes progresistas o su traslación hacia posiciones más de izquierdas que a un depósito de confianza hacia la derecha.
- Hay algunos temas muy calientes contra el PP que, de resolverse en el periodo electoral y el sentido en que todo parece apuntar, tendrán un fuerte impacto negativo en la credibilidad del PP y en la movilización del voto potencialmente socialista (Camps, Mata, Gurtel,…).
- El PP espera fervientemente que la situación económica vaya igual de mal hasta las elecciones. Por eso tienen tanta prisa en la convocatoria electoral. Este patrioterismo de pandereta se basa en el amor patrio formal y en el exclusivo interés personal interno. Y esta contradicción les hará meter la pata en la campaña electoral. En el ardor guerrero, seguro que algún dirigente dice cosas inoportunas en este sentido que dejarán a la vista sus reales deseos.
- Si ETA finalmente claudica, aunque sea tácitamente, los votos lloverán sobre el PSOE. No lo espero, pero si la rendición es expresa,… adiós Rajoy.
- Frente a la opinión general, Zapatero lo está haciendo bien porque se está desgastando personalmente en su identificación social con los efectos y la lucha contra la crisis, dejando a salvo a Rubalcaba.
- Y Rubalcaba ganará a Rajoy.

Tiempo al tiempo.

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