viernes, 24 de febrero de 2012

Valencia Sicilia



La lista sería casi interminable en el presente. Veremos hasta donde llega en el futuro. De momento, hoy se han publicitado dos nuevos casos de corrupción: uno, ligado a subvenciones para el desarrollo de Centroamérica y, en el otro, está implicado un alcalde por cuestiones urbanísticas. Así, a bote pronto, se me ocurren los casos de Fabra con su aeropuerto, su legalización de fitosanitarios, su injustificable patrimonio personal,… los alcaldes alicantes vinculados a la contratación de las basuras; los famosísimos trajes - parece que pagados por sentencia – del Sr. Camps; los otros que han sido declarados como regalados a otros altos cargos; las tramas urbanísticas de la alcaldesa de Alicante y el presidente del equipo de fútbol, los bolsitos de la Sra. Alcaldesa de Valencia… y así casi innumerables casos de corrupción.

Luego están los desmanes de gestión que han conseguido cargarse el turismo a costa de hacer playas de hormigón y paellas baratas; han conseguido quedarse sin entidades financieras a base de utilizar el dinero de los depositarios para financiar sus tropelías y engordar patrimonios de gente demasiado lista o demasiado tonta; han necesitado un rescate financiero urgente para hacer frente a su falta de liquidez, ocupan los últimos puestos en sanidad y educación, pero los primeros en financiar carreras de coches, regatas americanas, visitas benedictinas, ciudades calatraveñas,…

Y desde el año 1995 son masiva y continuamente votados en elecciones generales, autonómicas y municipales. Todas las capitales de provincia y las grandes poblaciones tienen alcaldes del PP; Camps ha utilizado constantemente el apoyo electoral de sus ciudadanos para justificar sus cuitas (de hecho su no imputación por jurado popular en el caso de los trajes ha sorprendido a los que hemos oído lo que hemos oído y parece que sus juzgadores eran más votantes electorales que participantes de un proceso judicial); el gran yacimiento de votos del PP antes de su triunfo generalizado en las últimas elecciones ha sido esa parte de España,…

Esta confluencia de circunstancias ha generado el estado actual de corrupción. Si todas las tropelías de los gobernantes eran avaladas por los votantes, el círculo se cerraba con una lógica aplastante. Por eso, más allá de opiniones populistas, creo que la mayor responsabilidad en este tinglado – y en lo que seguirá en el futuro- es de los votantes, de los valencianos y valencianas que, en un acto libre y responsable, depositan el voto a favor del PP avalando, cuando no aplaudiendo, esos comportamientos.

Me decía un amigo concejal socialista de un ayuntamiento balear que, a pesar de que políticamente los juicios contra Matas beneficiaban a su partido, para los islas eran nefastos porque transmitían una imagen pésima sobre esa parte del territorio a los turistas mayoritariamente germanos y británicos.

Esa misma teoría debería aplicarse hacia el Levante español y, en un acto de sinceridad y sin hipocresías, proponer un cordón sanitario para que el resto de España no sea identificado con corrupción política y apoyo electoral. Italia fue identificada con la mafia cuando esa forma de crimen organizado se inició y se implantó socialmente en la parte sur del país. Me molestaría mucho que en el resto de Europa identificaran España con lo que pasa en Valencia.

El cordón sanitario es más necesario que nunca hasta que los valencianos y valencianas quieran. Depende exclusivamente de ellos. Camps podría estar avergonzado pero un jurado ha decidido que vuelva al parlamento, saque pecho en el acto de su doctorado y, sospecho, de no ser por el PP nacional estaría ya presidiendo el Gobierno valenciano. Afortunadamente, la gran mayoría del resto de España vemos eso con desprecio, con mucho desprecio.

P.D. El artículo de la foto se puede leer en este enlace  http://adomon.posterous.com/valencia-no-es-sicilia.

 Al Sr. Salazar sólo le contestaría que depende de ellos. Eso es lo que pretenden conseguir con este tipo de prensa amarilla y que consigue manipular con medias verdades a muchos levantinos: que la culpa de la imagen que tiene Valencia es del resto de malvados españoles. No, señor periodista de Las Provincias, su imagen depende exclusivamente de ustedes. Para eso sirven las votaciones,... antes y después está la responsabilidad.

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