lunes, 8 de abril de 2013

¡ Cuerpo a tierra !

-        ¿Qué le habrán ofrecido a Valero Rivera, un entrenador de élite con reconocidos méritos en el mundo del balonmano, para tener que cargar con la pena de tener en su equipo a Urdangarín?. Es inevitable que la Casa Real se oponga a que le apliquemos la ley de transparencia porque todos estos enjuagues y tejemanejes quedarían al descubierto. Algunos lo achacan a que Qatar no tiene convenio de extradición con España y, por tanto, en el más que probable supuesto de ser condenado podría quedarse por aquellos desiertos sin entrar en chirona. Tiene que haber algo más porque podría haber acabado por allí a través de mil fórmulas. Pero que el Sr. Rivera se preste a este marrón para dar mayor apariencia de normalidad tiene que tener una compensación golosa de verdad.

-        Portugal tiene que volver a hacer las cuentas para ahorrarse dinero de donde sea y cumplir con los objetivos que les marca la Sra. Merkel. En esta Europa del Sur ultraliberal ya nadie tiene el menor reparo en seguir hundiendo a los más débiles y sin quitarse la careta ya han afirmado que recurrirán a lo de siempre: sanidad, educación y ayudas sociales. La jugada sin duda es maestra porque cuando los enfermos, alumnos y pobres protesten por los recortes, recibirán como contestación que es para pagar a los funcionarios.

-        Rubalcaba sigue hundido y hundiendo a su partido. La última estimación de voto de Demoscopia resta todavía más votos al PSOE y a pesar de los Bárcenas, reforma laboral, incremento del paro, insensibilidad ante los desahucios,… no logra sacar ni un pelo de la cabeza. La credibilidad de este partido y de su líder está por los suelos, sin parecer preocupar a sus dirigentes. ¿Hasta dónde tienen que hundirse para aprobar un calendario de primarias y que un nuevo líder plante cara a las políticas del PP postulándose como clara alternativa ante este desaguisado?. Con este inmovilismo cualquier proceso interno de regeneración queda en papel mojado porque la imagen que trasciende a la opinión pública es la de siempre: una clase dirigente que a cualquier precio se agarra a la poltrona con el único objetivo de no perder su posición. Sigan así porque cuando ya no confíen en ustedes ni sus compañeros de alcoba se tirarán de los pelos viendo como han engordado a los otros monstruos. Y entre tanto alguien tiene que hacer ver al Sr. Rubalcaba que sus tiempos no son los mismos que los de la gente desesperada con la nada en frente y sin referente.

-        Estoy sufriendo el mismo proceso que el insecto de Kafka o el lobo hombre en Vian viendo como la revolución viene de la mano de Francisco, al que adoran todos los inmovilistas del mundo.

-        ¿Y mi Juan Carlos, dónde está mi Juan Carlos?.  Ay, por los mismísimos suelos.       


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