Se han publicado los datos de la EPA del primer trimestre de
2014. Simplemente demoledores. La cacareada recuperación económica, sólo vista por
los sesudos expertos en macroeconomía y nunca percibida por el común de los
mortales, en el mejor de los casos queda en agua de borrajas, cuando no en la
nueva gran mentira de este tramposo gobierno. Querían presentarse a su primer envite
electoral con el aureola de gobierno eficaz capaz de dar un golpe de timón a la
crisis heredada y el cuento les ha durado exactamente lo que dura una mentira:
el plazo que trascurre hasta que se conoce la verdad. Y ésta no es otra que el
gobierno de Mariano tiene el poco honroso mérito de haber incrementado el
número de parados en casi 700.000 personas , a la vez que desciende el número
de ocupados en casi 1 millón de trabajadores.
Datos que por sí solos en un país medianamente digno harían
caer a un gobierno, en esta nuestra querida España nos encontramos con unos
sondeos electorales que todavía otorgan a nuestro querido PP la mejor de las
confianzas para seguir dirigiendo nuestra política. Lo cual, para algunos, no
deja de parecernos tremendamente sorprendente, si además consideramos el entorno
que adereza esta sarta de impresentables números estadísticos:
- Un gobierno que llegó al poder con un programa electoral
que incumple día tras día, con la única justificación de la herencia recibida.
- Un partido financiado irregularmente a través de
mordidas bananeras que se cobraban a empresas contratistas del Estado.
- Con muchos y significados altos dirigentes
señalados como perceptores de comisiones ilegales, sobresueldos irregulares o
directamente imputados como corruptos.
- Recortadores de nuestro sistema de protección social
que favorecía a los más necesitados, con el argumento de reconducir la
situación económica heredada.
Históricamente nuestra derecha siempre ha estado preocupada por
el encuentro de la culpabilidad. Los problemas, para nuestros derechosos, se
resuelven buscando (o inventando) el culpable. La lógica problema-solución para
ellos no es importante; si acaso es una circunstancia de la que aprovecharse si
alguna vez solucionaran algún problema. Ante la situación económica su
postulado es quejarse de la herencia recibida, como otros antes se quejaban de
los masones o de la pertinaz sequía.
Ahora ya disponemos de la foto fija de nuestro primer
trimestre: una España que huele a podrido por todos los lados: económico,
social, laboral, político,…Visualizada claramente la situación, el PP planteará
su consabida estrategia: mentir para confundir y lamentarse de la herencia
recibida. Descubierto el engaño de estos meses, volverán a su táctica, esa que
les otorga la confianza mayoritaria de los votantes y que consiste en aportar como
única solución lo malos que son los de izquierdas, esos que hundieron a España.
Este mensaje cala entre su electorado. Ahora es el tiempo de
ver qué estrategias utilizan los políticos progresistas para abrir los ojos a
una España cegada y desanimada. Ni a Felipe se las ponían tan a huevo. Veremos
a ver de qué son capaces a lo largo de este mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario