miércoles, 17 de septiembre de 2014

Una de almedras garrapiñadas



La Habana, en los tiempos de Batista, era el lugar elegido por los norteamericanos pudientes para correrse sus juergas. Un gobierno corrupto e ilegítimo puso Cuba y La Habana a disposición de sus ricos vecinos del norte para que, al calor del Caribe, disfrutasen de todos los placeres que la vida les ponía a su disposición. La Habana se identificaba con ron, mujeres, juego, vicio… y Cuba era el ejemplo perfecto de la falta de dignidad de un pueblo dirigido por políticos impresentables.


Actualmente a esto lo llamamos “imagen de país”. Alemania lo identificamos con gente aburrida que trabaja bien y hace buenos productos; Suiza, con los buenos relojes y la racionalidad centroeuropea; los países nórdicos, con frío y nieve, gente rubia y socialmente avanzados; China, con mano de obra barata y productos basura; Brasil, con fútbol, playas y países emergentes;…


¿Con qué nos identificarán a España y los españoles?. Sin pretensiones científicas ni estadísticas, podemos enumerar algunas cuestiones políticas y sociales de actualidad para imaginarnos nuestra marca, la marca España.


Nuestro nivel de paro es escalofriante pero este verano el Gobierno ha sacado pecho a cuenta de una campaña turística excepcional que ha llenado nuestras playas de turistas baratos que buscan, en muchos casos, playa, sol, juerga y alcohol. En la España interior salimos en las portadas por nuestros sanfermines y ahora- sospecho- por el Toro de Tordesillas.


De corrupción, mejor no hablar.


Cataluña no va a hacer ningún favor a nuestra imagen como país porque una de las zonas más conocidas en el exterior parece que tiene dudas en cuanto a su españolidad, a la par que su líder carismático que ideó todo ese movimiento es acosado por encabezar una trama familiar de extorsión y corrupción.


Una importante líder del partido del gobierno tiene que declarar penalmente por una acción tan cutre y casposa como pretender que la calle sea propiedad privada de los poderosos. Aspira además a ser la nueva alcaldesa de la capital de España y, para más inri, los ciudadanos la apoyan y la quieren. Es la favorita en las encuestas como alcaldesa. ¿Hay quién dé más?.


A pesar de la situación laboral del país, una parte del dinero destinado a los parados en la zona más castigada de España ha sido robada y dilapidada con una parte importante de dirigentes políticos y sindicales.


Ha bajado la marea y con la playa sin agua todo el mundo ha visto que nuestro querido Juan Carlos se bañada desnudo.


Aunque no son los mejores tiempos, el deporte español tiene marca de excelencia. Futbolistas, tenistas, pilotos de coches y motos,… son conocidos mundialmente. Nuestro clubs de fútbol son los que más seguidores tienen a nivel mundial y no hay torneo que se precie donde no aparezcan en posiciones de cabeza nuestros equipos..
 

Y poco más. Tenemos alguna empresa puntera a nivel mundial (Inditex, Banco Santander, Repsol, algunas constructoras,…) pero no creo que los extranjeros tengan referencias claras sobre la españolidad de esas marcas.


En definitiva, la marca España no debe ser muy diferente, para desgracia de muchos, a una versión actualizada de la marca que tenía la Cuba de Batista. Playas, sol, apartamentos baratos, juergas, toros, tradiciones salvajes, corrupción por doquier, parados y miseria a partes iguales,… Y un modelo productivo que, lejos de querer corregir esa imagen, ahonda más en el estereotipo de la imagen de esa España cañí donde los listillos lo son muchos y el resto tiene que trabajar cogiendo melocotones o poniendo copas en un hotel. O chutando un balón si la diosa Fortuna te ha dado la gracia de saber tocar con acierto la pelota.              

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ana se va y dos cosas más


-       Ana Botella, en contra de su voluntad, anuncia que no será la candidata del PP a la alcaldía de Madrid. Automáticamente el debate sucesorio, que ya estaba abierto porque la alcaldesa presentaba múltiples indicios de agotamiento político, se reaviva copando la actualidad política nacional. Parece que tres son las mujeres con posibilidades: Soraya Saez, la vicepresidenta; Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno y Esperanza Aguirre, la jefa del partido en Madrid. La mayoría de los afines y simpatizantes – o al menos los que más se dejan oír – defiende una candidatura liderada por Esperanza, sabedores del apoyo popular y simpatías que despierta entre el electorado madrileño. Muchos pensamos que sólo el hecho de intentar entronar a una presunta delincuente, que entre otras lindezas ha menospreciado el papel de los agentes municipales, ya dice mucho de los potenciales votantes madrileños. No me puedo ni imaginar que un representante político de Berlín, París, Londres, Nueva York,… que hubiese tenido una actuación tan lamentable pretendiese seguir con su carrera política. Pero que encima reciba el masivo apoyo popular dice mucho de los valores y principios de la ciudadanía madrileña. Es imposible que un partido acometa un proyecto regenerador si sus votantes no lo exigen. Y los del PP no sólo no lo piden sino que están encantados con esa impresentable señora que les puede dar lo único que pretenden: el poder. Esta es nuestra querida derecha, sin recovecos, sin matices, sin amalgamas; su único objetivo es gobernar por encima de cualquier principio o valor. 


-       Para sumar una nueva guinda al pastel de los Pujol, ahora se publica que la Agencia Tributaria devolvió al clan por la declaración de la renta del año pasado más de 12.000 euros. Además de choricear y de reírse de todo el mundo, los sufridos españolitos les devolvemos una pasta a través de la Hacienda Pública. Esto pasa por tener una administración tributaria carente de imaginación que centra sus esfuerzos en tocar las narices a los que puede meter en un ordenador para jugar con sus datos. Que ninguno de los asalariados de este país defraude ni un euro porque el ordenador lo chivará pero entre tanto nada nuevo ante los fraudes masivos, las evasiones de capital, el dinero negro, las comisiones ilícitas, las cuentas en paraísos fiscales, los blanqueos y los pagos sin factura. Los expertos en el tema estiman que la economía sumergida en nuestro país representa un 25% del PIB. ¿Cuántos servicios públicos que se han destruido o están en evidente estado de deterioro se podrían financiar si tuviéramos una Hacienda con una gestión ágil, dinámica, innovadora y con imaginación?. Se podrían tener unos servicios públicos que nos hicieran incluso parecer un país de Europa y se evitarían las tentaciones de muchos de recortar en servicios públicos bajo el pretexto de la falta de dinero para financiarlos. Y de paso, con una Hacienda moderna muchos chorizos se lo pensarían dos veces a la hora de meter los dedos donde se los pueden cortar de cuajo. 

-      
 
La ruptura entre los independentistas catalanes está más que cantada. La muerte anunciada de los
idilios entre Mas y sus amigos de viaje tiene como fecha, a lo más tardar, el día en que se publique la sentencia del Constitucional sobre el referéndum independentista. Mas da por hecho que el 9 de noviembre no habrá votaciones y sus amigos dejarán – si no lo han hecho antes -  de apoyarle en su gestión. El Gobierno quedará en evidente minoría, con una disyuntiva que tomar: o convocatoria de elecciones anticipadas (otra vez) o firma de nuevos acuerdos con otras fuerzas políticas. La primera opción supondría el suicidio político de CiU porque pondría en bandeja la mayoría absoluta a ERC que además sacaría músculo haciendo lo que Mas ha sido incapaz de conseguir. No tienen otro remedio de dejarse caer en los brazos del PSC, hacerle ojitos a Pedro Sánchez y crearle un nuevo problema a Mariano con la posibilidad de abrir un proceso constituyente que recoja las pretensiones federales de muchos catalanes. Sólo ésta es la explicación de los desaires de los políticos de CiU ante la insistencia de los líderes de ERC de hacer el referéndum por las buenas o por las malas. Éste es el plan B del Gobierno catalán: escenificar un nuevo pacto con el PSC que le dé aire por unos meses y presentarse ante Madrid con una nueva Constitución y un nuevo Estatuto que recoja las aspiraciones del pueblo catalán. Y de paso Pedro Sánchez le crea un nuevo problemón al inmovilismo de Mariano.                             

viernes, 5 de septiembre de 2014

Pujol o la estrategia del alacrán






Pujol dice que va a comparecer en el Parlament a cuenta de su confesión sobre la tenencia de cuentas con dinero no declarado en Andorra. Todos los partidos catalanes sin excepción, aunque algunos a regañadientes, han solicitado esta comparecencia, a la que finalmente ha accedido Pujol diciendo que aunque no tiene obligación de ir acudirá por respeto a la institución. Curioso concepto del respeto que provoca veneración hacia una institución a la vez que ofende indecentemente al pueblo que la representa. Quizá sea achacable a la dificultad que tienen muchos catalanoparlantes de nacimiento con el castellano y que produce el efecto de no utilizar adecuadamente los sustantivos o adjetivos que definen un concepto indeterminado: realmente cuando el Sr. Pujol decía por respeto quería decir por hipocresía.




Su voluntad de comparecer ha evolucionado en este breve espacio de tiempo al mismo ritmo en que se descubrían nuevas mentiras sobre el origen del dinero negro. Primero decía que estaba a disposición de las instituciones para dar las explicaciones que fuesen necesarias; después que ya veríamos si comparecía; luego que no había recibido formalmente dicha solicitud; luego que si lo hacía tenía que ser después de la declaración de su hijo ante los tribunales; luego que cuando fuese necesario siempre que no interfiriera en el calendario político del otoño catalán; más tarde que sí lo haría por respeto institucional aunque no estuviese obligado a hacerlo; ahora que cuando vaya contará más cosas de las que dice en la carta;…




¿Y qué hará cuando vaya?. Un animal político como él sabe que, salvo el suyo, ese día el resto de partidos acudirá al Parlament como el que va a una cacería. Con mayor o menor calibre pero todos irán con sus armas bien cargadas para hundir al viejo Pujol. El PP tiene que aparentar ser un partido que persigue la corrupción, tiene que contrarrestar su mala imagen por los Gúrteles y los Bárcenas, y además le tienen ganas porque le guardan muchas cuentas pendientes. Ezquerra no resistirá la tentación de aprovechar la oportunidad para que todos visualicen que los verdaderamente independentistas y catalanes de pro son ellos mientras que los señores de CiU son unos aprovechados que se abrigan con la señera para satisfacer sus intereses personales. IU, los Verdes y Cup no van a ser menos. Ciudadans aprovechará para proclamar menos independentismo y más amor verdadero a Cataluña. El PSC recordará que ya Maragall denunció el 3% y tuvo que tragarse sus denuncias. El papel que desempeñe CiU será pactado con Pujol pero alguna reprimenda le darán para no quedar como cómplices de la desvergüenza.




¿Y qué dirá el octogenario Pujol?. No puede tirar de la manta porque toda su familia puede terminar camino de los juzgados. Tampoco tiene coartada para defenderse porque la mentira de la herencia de su padre ya no la cree ni el más acérrimo votante de CiU. Por tanto, no tiene nada que ganar y sí mucho que perder. Su única estrategia es asumir toda la responsabilidad de los posibles delitos para evitar la cárcel de sus hijos, en la seguridad que otorga que por edad ya no puede ingresar en prisión y que en sede judicial el caso puede alargarse más allá incluso que sus días de vida.




En conclusión, creo que no comparecerá. Su imagen siendo acorralado e insultado en el Parlament añadiría, a la indecencia personal, la ofensa política. La amenaza sobre la exigencia de una comisión de investigación en caso de no comparecer no es tal porque la comisión se aprobará con toda seguridad, y su comparecencia únicamente pondría de manifiesto la evidencia y necesidad de investigar en sede parlamentaria. Por tanto, apuesto a que Pujol no comparece. Que intente vestir su negativa con cualquier justificación por mala que sea o directamente lo haga con todo el descaro que otorgan sus canas es otra cuestión. Pero sólo un suicida o un kamikaze sería capaz de ponerse a pecho descubierto ante toda la artillería que le puede venir, por la derecha y por la izquierda, e incluso del fuego amigo. Y creo que Pujol todavía no tiene ese perfil.                       

lunes, 1 de septiembre de 2014

Solución al futuro: ondear banderas del pasado



Casi todo lo que ocurre en el fútbol explica muy bien el contexto social. No me refiero a lo que sucede en el rectángulo verde en el que una veintena de señores escenifica un espectáculo que mueve miles de millones de sentimientos y pasiones. Me parece infinitamente más interesante la parte sociológica, junto a todo el juego de bambalinas y submarinos, que se mueven en torno a los jugadores y su balón.

El Real Zaragoza inicia su segunda temporada consecutiva en 2ª División. Los futboleros incondicionales están entusiasmados porque este año se ha producido un cambio de Presidencia y el odiado Agapito Iglesias ya no toma ninguna decisión sobre el club. Una nueva directiva con gente no contaminada por el anterior equipo lidera los designios de La Romareda. Casi nadie conoce los nuevos fichajes, nadie habla sobre lo bien o lo mal que juega el equipo, nadie alaba o critica la estrategia del entrenador,… todo el mundo se centra en que el malo de Agapito ya ha desaparecido y una nueva junta está tomando las decisiones. Que casi nadie conozca las nuevas caras y que muy pocos aficionados sean capaces de decir el nombre de alguno de sus nuevos directivos – y mucho menos de sus trayectorias profesionales – es lo de menos; lo importante es que Agapito ya no está.

Agapito no era ni mejor ni peor que otros directivos. El boom del ladrillo generó esta raza de nuevos ricos que, chequera en mano, desplazó a otros empresarios de los sectores más relevantes de la sociedad y, como no podía ser de otra manera, una ocasión tan laminera y jugosa como ocupar la Presidencia de un equipo de 1ª división, el único equipo aragonés de la División de Honor, no se podía dejar pasar. Cometió el error de gastar una millonada en fichajes en su primera presidencia con la intención de hacer un equipo puntero, aspirante a Europa y a la Liga, y el cuento acabó como suelen acabar las historias demasiado bonitas: tras una primera temporada brillante, tiró de billetera, hizo una de las plantillas más caras de la Primera División y … acabó descendiendo. Y a partir de ahí, con la soga al cuello y en cada jornada apretándose más el nudo corredizo, consiguió merecidamente el papel de malo-malísimo. Su final estaba cantado desde hacía tiempo: tenía que irse porque su falta de apoyos era más que evidente y la situación social y económica del equipo era insostenible.

Con la nueva directiva y el nuevo equipo gestor se han jugado dos jornadas y el equipo ha empatado en las dos. Pero nadie dice nada de lo que sucede en el terreno de juego. Las tertulias de oficina, de barra de bar y de autobús,… los programas de radio y tele locales sólo hablan del aire sano que se respira en el campo de fútbol desde que el Sr. Iglesias – otro más, éste Agapito – ha desaparecido del mapa. ¿Y el fútbol?. Eso no importa, pensarán la mayoría, con la ilógica esperanza sobre que ese nuevo aire por arte de magia lleve al equipo hacia la victoria.

Mucho me temo que este año vivirán un nuevo calvario. Ahora todo son fanfarrias y alegrías burlándose del malo-malísimo que ya no está. Pero cuando lo que pasa en el campo de fútbol se valora únicamente por el tamaño de las pancartas en contra de Agapito y no por el resultado final del partido es que el objetivo se ha perdido completamente y por tanto toda la estrategia está equivocada. Quizá cuando hayan pasado unas jornadas y se vea que el equipo tiene los fundamentos técnicos que tiene, y que no se puede estar perdiendo mucho tiempo criticando el pasado – por muy negro que haya sido –, sin preocuparse por lo verdaderamente importante, por el presente, la masa de aficionados se quite la venda de los ojos y empiece a exigir decisiones en función del lugar que ocupe el equipo en el ranking de la división.

Iniciamos el nuevo curso político, y esta reacción del zaragocismo me recuerda tanto a lo de la herencia recibida y a lo malo que ha sido Zapatero… Mariano ha iniciado su último año – tengo esa esperanza – con buenas dosis de autocomplacencia y dándose besos por su recuperación económica, volviendo a citar irónicamente a los brotes verdes. Y anuncia nuevas reformas para apuntalar la fantasmagórica recuperación que nadie ve y ninguno percibe. Toda una legislatura sostenida sobre la necesidad de hacer recortes en el estado de bienestar y empeorar las condiciones de vida de los españoles en base una herencia recibida que nos dejó un país en la ruina, ruina de la que ahora estamos saliendo aunque nadie encuentre la puerta. Otra pérdida del norte, otra estrategia equivocada por un error en el objetivo que supongo tendrá consecuencias para el equipo, el PP, a mitad de temporada. Porque el Sr. Rajoy no fue elegido para quejarse de su antecesor sino para dar soluciones a un grave problema que estaba asolando España y que él redujo como solución a un simple cambio de gobierno. Si quitamos a Zapatero y me pongo yo el tema se soluciona sin grandes problemas (la prima de riesgo se llama Zapatero, decía Soraya, y no tocaré ni la sanidad ni la educación, se vanagloriaba Mariano). Pero pasados 3 años el problema lejos de solucionarse se ha agravado y los cantos de sirena son cada día menos creíbles. El equipo de Gobierno juega mal, no marca goles, su defensa hace aguas,… y sólo quedan las declaraciones post partido sobre lo bien que se juega, lo cohesionado del equipo, lo bueno que es el entrenador-presidente y que cuando se tenga un poco de suerte ganar partidos y subir en la tabla va a ser coser y cantar. Pues nada, tengamos esperanza aunque en el presente estemos fastidiados y como consuelo hagamos ondear banderas del pasado: la herencia recibida y la Sr. Agapito.