Dice la biografía de Beatriz Escudero, esa diputada pepera que se ha cubierto de gloria con su intervención en defensa de la propuesta abortiva de su partido, que procede de familia trabajadora y que toda su carrera educativa se ha desarrollado en la enseñanza pública. Un ejemplo más de esas mentes pacatas que abundan en esta España profunda y que, olvidando sus orígenes, consideran que un pequeño avance en la escala social les obliga a abrazar las ideas con las que nunca, ni remotamente, hubieran llegado donde han llegado. Que una chica lista de la familia llegue a licenciarse en Derecho, ejercer de juez y dar clases en la universidad les obliga a votar a la derecha, además de – sospecho – reformar la casa del pueblo, comprar un piso nuevo y abandonar el bar de barrio para frecuentar la cafetería del centro. Porque, ya se sabe, en los partidos de izquierda sólo militan los muertos de hambre, los aprovechados, los que no tienen donde caerse y los porreros con pendiente.
Y hete aquí que les ha salido una nena que más parece un “rouco” sin bozal en la tribuna del Congreso que una ilustre parlamentaria. Pidiendo calma y afeando los reproches de la oposición a voz en grito – porque chillando les decía que no por más gritar tenían más razón – ha soltado una sarta de tonterías en tan poco tiempo que más parecía un ejercicio con cronómetro en mano que una defensa parlamentaria con argumentos. Y todo, otra vez más, en base a un supuesto estudio que nadie ha visto y que la Sra. Escudero ha sido incapaz de mostrar, a pesar de las muchas peticiones que ha recibido en este sentido. Verdades como perogrullos en base a opiniones personales, aderezas con ficticios análisis racionales. Verdad verdadera, que diría un frecuentador de misas segovianas en las que debe mostrar su presencia la insigne diputada.
Pues ya que estamos, vamos con verdades verdaderas, cerrando un lógico círculo vicioso:
- los pobres no tienen derecho a disfrutar del sexo. Sólo faltaría que se viera bien el disfrute de estas personas y además gratis. Para pasarlo bien hay que ser de otra estirpe y, a ser posible, el disfrute debe exigir un pago para que se distingan las clases. Y si juegan con lo que no tienen que jugar que se atengan a las consecuencias porque es muy divertido follar como diversión y si me quedo preñada luego a abortar.
- los ricos y poderosos sí tienen derecho a pasarlo bien. Con dinero, que para eso lo ganan, o gratis que por eso son de otra raza. Pero no van a follar por diversión con sus santas y pulcras mujeres. Para eso están las putas y las pobres.
- pero claro, con ese derecho a la educación que tenemos hasta ahora donde hasta los pobres tienen posibilidades de estudiar y hasta llegar a la universidad, nos vamos a quedar sin pobres. Así que dejemos las escuelas como lugares sólo destinados para que los jóvenes pasen el rato y que estudien en buenos colegios sólo los que tienen dinero, que para eso lo ganan.
- Además si el colegio es de los curas, mejor que mejor. Porque además de tener todas las posibilidades al alcance de unos pocos, les enseñarán que eso de jugar con las cosas de mear no es bueno porque luego a lo peor hay que abortar. Lo de que para eso están las pobres no lo dirán; ese trabajo se lo dejan al padre y a los amigotes.
- Y el trabajo, con tanto derecho a todo y un sueldo digno, los pobres se creen casi ricos y empiezan a hacer lo mismo que hacen ellos: coches, vacaciones, estudios para los hijos,… y el placer del sexo. Hay que hacer una reforma laboral para que sepan quién es el que manda, que se les pague lo justo para no morirse y que al día siguiente vengan otra vez a trabajar. Y si tienen muchos hijos porque les gusta jugar a lo gratis, mejor que mejor porque así tendremos más mano de obra barata para nosotros y para ellos más preocupaciones que les impedirán pensar en chorradas como la política, la libertad, los derechos sociales,…
- Como tendrán poco dinero y muchos gastos no podrán divertirse y si tienen la osadía de hacerlo gratis, que sepan que pueden tener más gastos en forma de niños porque de abortar nada de nada.
Sra. Escudero: ¿sabe porqué las vacas son sagradas para los hindúes y el cerdo está prohibido para los mulsulmanes?. Por si no lo sabe, una pista: se trata de círculos.
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