miércoles, 31 de julio de 2013

El nudo de la soga se va apretando

Mientras el nudo de la soga se va apretando más y más en el cuello de Mariano, dos comentarios que me han hecho este verano explican bien a las claras el porqué de este problema que se llama España.
Un compañero de derechas – de esos que llevan el retrovisor del coche lleno de banderitas españolas – pregunta en voz alta en una conversación de café por qué tiene que dimitir Mariano. Alguien le contesta que esa complicidad con Luis, demostrada por los mensajes que se enviaban, le dejan en mal lugar. En mi opinión la pregunta debería tener un formato totalmente distinto: ¿existe algún motivo para que Mariano siga al frente del gobierno?. La legitimidad electoral de su mayoría absoluta tendrá alguna validez para los que conciban la democracia como un acto pasivo en el que la única acción consiste en depositar un voto cada cuatro años en una urna. Los que abogamos por una democracia activa y participativa queremos programas electorales reales y con compromiso de cumplimiento, sistemas de participación ágiles, métodos de exigencia de responsabilidad política,… Cuando un gobierno llega al poder en base a mentiras y aprovechando la desesperación de la gente, cuando los indicadores socioeconómicos siguen reflejando día tras día un empeoramiento de la situación, cuando la corrupción económica afecta a las más instancias del Estado, cuando las corruptelas políticas son el pan del día a día,… cuando pasa todo esto y más, la pregunta interesante debe girar en torno a los argumentos que tiene el presidente del gobierno para seguir adelante.
Un amigo castellano de izquierdas me dice que las próximas elecciones las perderá el PP pero que, no nos hagamos ilusiones, porque a los cuatro años toda su desastrosa gestión y su manera de concebir la acción política será perdonada. Los de derechas se dividen entre los que lo admiten todo y votan al PP sí o sí, y los que a los cuatro años vuelven al partido. Esa lealtad inmadura e irresponsable de los peperos hacia su partido hace que tengamos una derecha corrupta, mentirosa, manipuladora y pusilánime que nos está llevando a la ruina. Me dan envidia esos países en los que los electores, además de exigir responsabilidades a sus gobernantes, tienen la suficiente capacidad de maniobra como para poner de patitas en la calle a los políticos que incumplen sus promesas o son manifiestamente incompetentes, y no digamos nada de los que están incursos en temas de corrupción. Pero aquí para la derecha todo vale con el único objetivo de estar en el poder. Don Manuel q.e.p.d. ya dijo, cuando tras un periodo de 4 años volvió a ganar el PP las elecciones autonómicas, que Galicia volvía a su estado natural. Esta es la concepción mayoritaria en los votantes del PP: España es de derechas, es su estado natural, y los gobiernos de izquierdas hay que derribarlos – o hay que evitar que lleguen al poder - de la forma que sea porque ser antinaturales.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario