Hace unos días, en la parada de un semáforo, mi coche fue
literalmente rodeado por cuatro vehículos que lucían en el espejo retrovisor las
famosas cintas con la banderita de España. La furgoneta que me precedía además
estaba adornada en la parte trasera con unas pegatinas de la bandera y de un toro
negro. Los otros tres turismos eran ocupados por parejas de clones: chicos jóvenes
con el pelo muy corto y chicas todavía más jóvenes teñidas con aspecto de chonis
peluqueras. La furgoneta estaba bastante usada (bolladuras, rayas, puertas desajustadas,…)
y ninguno de los turismos era de los caros… más bien eran coches baratos de
colores llamativos.
¿Cómo un autónomo buscavidas y seis jóvenes probablemente en
el paro o con trabajos precarios pueden llegar a semejante grado de identificación
con unos símbolos que van contra sus intereses sociales y profesionales? ¿Porqué
seis jóvenes con poca formación y escasas posibilidades de tener un empleo
digno optan por ideas políticas radicalmente enfrentadas con su status social? ¿Porqué
un autónomo pobre que con toda seguridad es explotado por las empresas
poderosas, al que le han subido el IVA, al que se le hicieron cientos de
promesas incumplidas,… dará el voto al PP o a Vox?. ¿Por qué tantos miles de
personas, en un proceso de autodestrucción inconsciente, continúan votando
opciones políticas que atacan directamente a sus intereses?.
Al igual que a nuestra estética social se incorporó hace
unos años el guardia civil con bigote a lo Tejero, en un ademán que hacía gala
de los valores democráticos de muchos de estos servidores públicos, hemos
incorporado en esa pasarela al joven con pelo corto, música estruendosa, cara
de pocos estudios y malos empleos, conduciendo un coche barato de colores
llamativos con banderitas de España en el retrovisor.
Estas mentes faltas de sentido crítico son las idóneas para
que calen los principios de la profecía autoincumplida (o de la realidad
inventada) en el sentido de que una situación definida como real tiene efectos reales
aunque no se parezca en nada a la realidad objetiva. En el ideario de estas
mentes calan mensajes del tipo los inmigrantes os quitan los puestos de trabajo,
las listas de espera son consecuencia del abuso de los sinpapeles, el dinero
que podría destinarse a vosotros se malgasta pagando los abusos y vicios de los
inmigrantes, los rojos pactan con ETA, a los de izquierdas les encantan los
moros y los negros,…
Por eso, aunque saben que van a hacer el ridículo, no tienen
empacho en decir las tonterías que algunos dicen con tal de alimentar la
invención que calará en esas mentes. Y por eso los portavoces mediáticos de
esta nuestra derecha son los personajes que son. Ayer nuestra Esperanza se
desayunó con que los actores nunca han denunciado a ETA, alimentando así el
ideario de que los progres críticos con el PP son los amigotes de los etarras.
O Cospedal dice que el PSOE no puede pactar con los etarras para ganar el
gobierno de Navarra, obviando el dato trascendental de la cuestión, que no es
otro que la corrupción económica y política de esa Comunidad.
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