lunes, 24 de febrero de 2014

Cada loco con su tema: la Sábana Santa

La Sábana Santa va a ser expuesta en Zaragoza. Hoy he visto en una web de compra por Internet que también la Iglesia se ha subido al carro de la modernidad y lanza una oferta para contemplar el famoso sudario. Desconozco si la gira por nuestro país va a tocar muchas ciudades o Zaragoza va a ser una de las pocas afortunadas pero, al igual que hubo un tiempo en que esta ciudad fue sede de muchos conciertos de grandes figuras del rock aprovechando su privilegiada situación geográfica, parece que la crisis ha mutado los escenarios en reliquias con el mismo efecto: hacer negocio a costa del impacto mediático que tienen determinadas personas o cosas. Mike Jagger por la Sábana Santa.

Como en este caso, al aspecto puramente religioso se añade el morbo de ver un trozo de tela con el que ha sido envuelto un cadáver crucificado, algo que aunque queramos negarlo da un poco más de interés al asunto, se presume que muchas personas, incluso llegadas de lugares remotos, pasarán por caja para adorar la famosa reliquia. Si el solo hecho de saber que ahí ha estado envuelto el cadáver de una persona torturada tiene su picante, no digamos si además existe la errónea creencia sobre que ese cuerpo fue el de Jesucristo después de crucificado.

Y ya entramos en el tema con la cuestión del fanatismo. Está demostrado científicamente que es imposible que con ese sudario fuese enterrado el cadáver de Jesús. La prueba del carbono 14, realizada por científicos distintos y en lugares diversos, ha certificado por unanimidad que ese sudario no pudo contener su cuerpo por ser de épocas distintas, alejadas por más de 1000 años de diferencia. Desde el fanatismo se ha querido contrarrestar esta cuestión con teorías graciosas sobre la inexactitud de esas mediciones. Incluso la Iglesia, de una forma muy sutil, ha reconocido la falsedad de la reliquia, tirando por la calle de en medio al afirmar que aunque no se pueda demostrar su autenticidad es un objeto de culto ya consolidado y asumido. Algo así como afirmar que aunque desde la ciencia no lo sea, desde la fe es el sudario de Jesús.

Nada que objetar. Miles de humildes borreguitos se postrarán de rodillas y signarán su rostro frente a un sudario fraudulento. Sólo desde el fanatismo y la incultura se puede creer que los burros vuelan, que a los niños los trae una cigüeña, que Jesús fue concebido por una virgen colombófila o que la Sabana Santa de Turín envolvió el cuerpo del mencionado. No molestan a nadie si están dispuestos a pagar unos euros por adorar a un trapo falso y además no hay fraude por que tienen argumentos y documentación que así lo certifica. Es una cuestión de irracionalidad, incultura y fanatismo. Es como si en esos mencionados conciertos zaragozanos alguien estuviese dispuesto a pagar a precio de Rolling un concierto de la Radio Topolino Orquesta. Allá ellos.

El problema empieza cuando los medios de comunicación se hacen eco de ese fraude, cuando se  divulgue el acontecimiento como un hecho histórico, cuando se omita el aspecto fundamental de la sábana que no es otro que su falsedad. Y el problema es que estos fanáticos e incultos quieran organizar nuestra sociedad con sus principios y valores. Ese es el verdadero problema. ¿O alguien admitiría que los que creen en los zombies o en los marcianos organizaran nuestras vidas y haciendas?. Como dice el refrán, cada loco con su tema; pero con su tema y sin salirse del mismo.   

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