lunes, 18 de agosto de 2014

3 de Podemos

No soy votante de Podemos. Respeto sus estrategias y creo necesaria su fortaleza como motivador hacia posiciones claramente progresistas, pero tiene las altas dosis de demagogia y de romanticismo embelesador propias de un partido inmaculado al que todavía no se le puede reprochar nada sobre su acción de gobierno. Cuando obtengan alcaldías, concejalías y sean un partido potente en algunas autonomías – como sucederá con total probabilidad en las próximas elecciones – tendremos más elementos para valorar qué tanto por ciento de sus promesas eran simples cantos de sirena.

Pero, entre tanto, hay tres cosas de lo que dicen - o lo que provocan - que me gustan mucho, me encantan:

     1.- Que el referente en su modelo educativo sean los países nórdicos. Pablo Iglesias habló concretamente de Finlandia. En nuestro país la inmensa mayoría aboga por un modelo educativo consensuado entre las principales fuerzas políticas que termine con los turnos en las sucesivas – e ineficaces – leyes orgánicas aprobadas por los dos grandes partidos. Pero en España va a resultar extremadamente difícil aprobar un modelo en el que confluyan el interés general con, entre otros, los intereses elitistas de una clase social que quiere una educación a la carta pero financiada por el Estado, los intereses de una Iglesia que la utiliza como medio de financiación y de adoctrinamiento, los intereses de alguna autonomía más preocupada en que sus autóctonos conozcan la versión de “su” historia y “su” idiosincrasia que en la adquisición de valores, principios y conocimientos básicos. Que Podemos ponga el ojo en la Europa culta y avanzada del Norte me parece estupendo.

     2.- Que pretendan formar un sindicato independiente para construir un nuevo modelo sindical porque al actual le pasa lo mismo que al sistema político. Es indudable que unas organizaciones que nacieron y se potenciaron sobre la base de la defensa de los intereses de los trabajadores han degenerado, - al menos en los llamados sindicatos mayoritarios - , en grupos de interés que han aprovechado el poder que les otorga la representación de unas siglas, básicamente CCOO y UGT, para mangonear, trapichear y robar. Algún día tendrá que valorarse en su justa medida el papel de algunos aparatos sindicales en la responsabilidad de la crisis en la que estamos sumidos. Son cómplices, entre otras cuestiones, en el fiasco de las cajas de ahorro, en el robo de los fondos para la formación de trabajadores y el saqueo de las prestaciones destinadas a ERE´s. Así que la posibilidad del nacimiento de un sindicato decente, en el que ser un impresentable no sea el mejor aval para escalar posiciones y que entienda que el consenso y la paz social no pasa por poner el capazo debajo de cualquier mesa, me parece otra idea estupenda.

3.- Es conmovedor ver a Rosa Díez, nada más y nada menos que a Dña Rosa, quejarse de la demagogia de Podemos y de que ése haya sido el único motivo que justifique la pérdida de votos de su rosa formación a favor de Podemos. Ella, ni más ni menos que Ella, acusando a otros de ser demagogos. Y el PP, ladrando día sí y día también, que Podemos utiliza el dolor y la desesperanza de la gente para ganar votos. Exactamente igual que hicieron ellos en la infame campaña electoral que les llevó a la mayoría absoluta prometiendo todo tipo de bonanzas sin rastro de recorte alguno. Eso también me encanta: que los extremos terminen coincidiendo y que los impostores conozcan el sabor de su propia medicina.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario