Así podría calificarse el resultado de estas elecciones
europeas para el PSOE, como una bendición.
Es cierto que el titular noticiero más destacado se
centraría en el varapalo que los votantes han dado al bipartidismo pero la
lectura entre líneas se inclinaría más por el escoramiento de los electores
hacia la izquierda. Los números, aunque de ellos siempre se pueden sacar
lecciones diferentes según su utilización, ponen de manifiesto que el votante
español ha optado por penalizar a los dos grandes partidos, decantando su simpatía
hacia nuevas formaciones de izquierda, claramente de izquierdas. Así que el camino
está perfectamente señalizado; sólo es necesario que los conductores quieran
seguir las señales o prefieran continuar dando rodeos para acabar estrellándose.
Vamos con los datos. Con un número de votantes similar
respecto de las pasadas elecciones europeas de 2009 (0,1% de diferencia), los
dos grandes han perdido más de 5 millones de votantes, lo que supone que un 40% de los votantes han optado por retirar la confianza al PP y al PSOE para
dársela a otros. ¿A quiénes? ¿Dónde han ido a parar estos 5 millones de
votantes?.
“Podemos” ha obtenido casi 1.250.000 de votos, “Izquierda
Plural” sube 1 millón y “Derecho a decidir” casi 250.000. Por el otro lado sólo
ganan “UPyD” y “Ciudadanos” con algo más de 1 millón de votos. Es decir,
mientras que los partidos claramente de izquierdas acaparan 2 millones y medio
de los votos procedentes de la sangría de los mayoritarios, las formaciones que
podríamos calificar de derechas reciben 1 millón. El resto se distribuyen a
partes bastante iguales entre formaciones menores de distintas tendencias
políticas.
Rosa Díez y Albert Rivera pondrán el grito en el cielo al
ser calificados ideológicamente de derechas pero tanto su programa electoral
como sus simpatizantes tienen evidentes rasgos que los sesgan hacia ese lado
del panorama político.
Así que blanco y en botella, señores y señoras del PSOE. La gente
española es mayoritariamente progresista como lo demuestran año tras año las
distintas elecciones. Ahora, por efecto de las crisis y sus consecuencias sociales,
esta tendencia se ha puesto todavía más de manifestó y los votantes han dicho
claramente que quieren una opción progresista, de izquierdas y con aires renovadores.
Las señales son claras aunque el camino sea tortuoso. Sólo ustedes tienen que
decidir si las obedecen, siguiendo por el camino correcto aunque no sea fácil,
o prefieren continuar por el pedregal hasta terminar en el abismo.
Y una cuestión importante. La imagen de su líder, el Sr. Rubalcaba,
el día de la jornada electoral cuando se disponía a votar, era patética. Ese
medio traje sin americana ni corbata, con sus tonalidades grises y azulonas, le
asemejaban a un triste funcionario que acaba de dejar un sórdido despacho lleno
de expedientes y papeles. Frente a esta imagen obsoletamente trasnochada, la
lozanía y juventud de “Podemos”, gente joven, en vaqueros, con camisetas, con
cazadoras y coletas que anticipan hacia donde quiere ir el mundo en los
próximos tiempos.
Ustedes sabrán pero, en mi modesta opinión, creo que ya han
tropezado demasiadas veces en la misma piedra. Y el problema nunca es de la
piedra, por mucho que ustedes se afanen en repetirlo. Y tengan presente que
también los cadáveres reciben su bendición antes de abandonar este mundo.
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