jueves, 5 de septiembre de 2013

Mentira sobre mentira...

Le podríamos poner música de villancico al “mentira sobre mentira, y sobre mentira una”… Es la huída hacia delante de la cúpula del PP para esconder la gran mentira de la financiación ilegal del PP. Definitivamente abandono el término “caso Bárcenas” para hablar desde hoy del “caso PP”. Luis, el cabrón, era sólo una parte del engranaje en la que su participación – importante, por otra parte – consistía en recaudar las mordidas o sobornos que los adjudicatarios de contratos debían pagar al PP y repartirlas adecuadamente. El problema es que, siguiendo el refranero español, se aplicó a rajatabla aquello de que “el que parte y comporte se lleva la mejor parte” y se pasó de frenada engordando cuentas en paraísos fiscales y llevando un tren de vida no ajustado a los emolumentos que percibía por su puesto directivo en el PP. Quizá esto levantó suspicacias y envidias en algunos compañeros que optaron por defenestrarlo, sin prever en este caso que el gallo sí cantaría. Pero el problema gordo para este país es tener la certeza, por mucho que algunos quieran disfrazarla, de estar siendo dirigidos por gentuza que se ha hinchado de decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades mientras se repartían sobresueldos en negro y vivían como marqueses a costa de recaudar dinero corrompido. Gentuza que ha estado engañando al erario público mientras denunciaba la economía sumergida y la poca lealtad de los españoles con la Hacienda pública. Gentuza que se llenaba los bolsillos a espuertas mientras lamentaba el tren de vida de currantes y demás mortales que tenían un piso grande y pasaban las vacaciones en la playa. Gentuza que recibía sobres llenos de billetes de 500 euros mientras denunciaba que los extranjeros se aprovechaban de nuestro sistema de protección social. Gentuza con todas las letras y en mayúsculas.
Y ahora toda esta chusma, para seguir escondiendo la gran mentira, ponen toda la carne en el asador a las brasas de la recuperación económica. Hasta ahora los recortes y ajustes eran consecuencia de la desconocida herencia recibida, haciéndonos creer – y muchos tontos lo creen – que el mayor partido de la oposición en el gobierno central y gobernante de muchas autonomías y ayuntamientos no tenía conocimiento de la situación económica y de las cuentas del Estado. Y ahora que dan un dato económico positivo, un dato gris oscuro frente a la absoluta negritud de los anteriores, nos quieren hacer creer - y muchos tontos lo creen – que Mariano y su equipo nos están sacando de ésta, cuando se trata de una cuestión puramente coyuntural, previa a la negritud carbonífera que volverá con  el otoño.
Así funcionan, mentira sobre mentira, para ocultar la gran mentira. Ponía yo a toda esta gentuza a tocar la zambomba a ritmo de villancico, en pelota picada, con un palmo de nieve y cantando aquello de “mentira sobre mentira, y sobre mentira una, asómate a la ventana y verás al niño en la cuna”.

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